El Seminario Mayor “San José” de La Plata es el espacio donde se forman los futuros sacerdotes de nuestra Arquidiócesis y la Diócesis de Mar del Plata. Es una casa que quiere ser familia para que en la calidez de la cercanía de Jesús y cuidados por María y la Iglesia nuestro corazón vaya tomando la forma del Buen Pastor.
Nuestra casa se sostiene con la oración y el aporte de muchas personas que amando a Jesús y la Iglesia comprenden que de esta identificación de los sacerdotes con el Buen Pastor se sigue que Dios se siga mostrando cercano a nosotros, nos alimente, nos sane y nos conduzca hacia la felicidad. Por eso nos animamos a realizar esta campaña, para ayudarnos al sostenimiento del mismo.
“Un don para la Iglesia”
(agregar la idea de Don)
Todos somos responsables de las vocaciones sacerdotales
PDV 41. La vocación sacerdotal es un don de Dios, que constituye ciertamente un gran bien para quien es su primer destinatario. Pero es también un don para toda la Iglesia, un bien para su vida y misión. Por eso la Iglesia está llamada a custodiar este don, a estimarlo y amarlo. Ella es responsable del nacimiento y de la maduración de las vocaciones sacerdotales.
Es muy urgente, sobre todo hoy, que se difunda y arraigue la convicción de que todos los miembros de la Iglesia, sin excluir ninguno, tienen la responsabilidad de cuidar las vocaciones.
En este texto, el querido Papa Juan Pablo II nos recuerda que la vocación sacerdotal es un don de Dios, un gran bien tanto para aquellos que son llamados, como para toda la Iglesia. Es un regalo que debemos valorar y proteger, ya que la Iglesia tiene la responsabilidad de fomentar el nacimiento y el crecimiento de estas vocaciones sacerdotales.
En este sentido, deseamos difundir y arraigar en todos los miembros de nuestra comunidad eclesial la convicción de que todos, sin excepción, tenemos la responsabilidad de cuidar y promover las vocaciones sacerdotales. No es una tarea exclusiva de unos pocos, sino un compromiso compartido por cada uno de nosotros. Somos llamados a ser guardianes y promotores de este don precioso que enriquece la vida y la misión de la Iglesia.
Esta campaña de sostenimiento para nuestro Seminario Mayor San José es una oportunidad concreta para vivir esta responsabilidad. A través de nuestras contribuciones generosas y conscientes, podemos colaborar en la formación de futuros sacerdotes, en la preparación de aquellos que llevarán el amor y la salvación de Dios a nuestra comunidad y al mundo entero.
Cada donación, por modesta que parezca, es significativa y valiosa. No se trata solo de un apoyo económico, sino de un gesto de amor y compromiso con la misión de la Iglesia. Cada aporte es un acto de solidaridad y generosidad que fortalece la labor formativa del seminario y asegura la continuidad de esta importante obra.
Animamos a todos a participar en esta campaña de sostenimiento, a unirnos como comunidad en el cuidado y fomento de las vocaciones sacerdotales, asumiendo la responsabilidad de esta noble tarea. Juntos, podemos asegurar que nuestro Seminario siga siendo un faro de luz y esperanza, formando a hombres comprometidos con el servicio a Dios y a su Iglesia.
Que la Virgen María, Madre de los sacerdotes, nos acompañe y nos inspire en este camino de generosidad y entrega. Que su ejemplo y su intercesión nos guíen hacia una comunidad cada vez más comprometida y solidaria.
¡Que Dios bendiga abundantemente sus corazones y les recompense con su gracia y amor!